En el momento en que Aquiles atraviesa la garganta de H茅ctor frente a las murallas de Troya, este comprende que su destino est谩 sellado. Sus 煤ltimos segundos de vida los dedic贸 a rogarle a su enemigo que devuelva su cuerpo a su pueblo para darle un sepulcro digno. Sin embargo, la furia del h茅roe griego es tan intensa que ni siquiera la victoria lo calma, consumido por la c贸lera, no s贸lo reh煤sa devolver el cad谩ver, sino que lo humilla ante los ojos de su pueblo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario